martes, 29 de diciembre de 2015

Compra de arnés en tienda de animales con mi hermano


Oks si, esto no es una sesión, por eso aunque fuese una anécdota curiosa dude en subirla. Así que lo puse en facebook y querían leerla así que manos a la obra. Estamos en fechas navideñas, así que el otro día estaba paseando con mi pareja por las preciosas calles de Málaga. Con ese aroma a mar, el precioso enfoque de las luces que juegan a las sombras con los monumentos, y un clima que te acoge. El precioso arco de luces de la calle larios, las calles engalanadas con luces de navidad, los balcones con guirnaldas, gente cantando villancicos...  pero pasamos al lado de una tienda de perros y tuve que entrar. Las tiendas de animales son para mi como un sexshop, encuentras muchas ideas interesantes y juguetes que pueden servir no solo para dogtraining. Entramos, conseguí convencer a mi pareja para que entrase, la tienda estaba regentada por dos precisos dependientes sonrientes, porque se notaba que les gustaba donde estaban, no esbozaban esa sonrisa “falsa”. Una mujer de unos 1,80cm pelo medio castaño medio rubio, muy natural, sin maquillar ni nada, y el hombre 1,77cm, un pelazo y una barba negra ambas recortadas. Nos lanzamos el y yo una mirada y ya nos entendimos. 

Eche una ojeada por la tienda, tenían cosas muy interesantes, unas “camas” para perros grandes (ideal para que se acueste el perrito humano), unos bozales de nailon para gran danés (que son los que se adaptan a un humano), correas diversas y preciosas casi todas, dos concretamente me encantaron una con colores militares y otra de cuero marrón claro, tenían en la sección de collares dos collares preciosos forrados por dentro hasta con piel de tipo borreguito, y otro con un terciopelo rojo... a veces creo que el que diseña estos utensilios para los perros tiene que ser un fetichista si o si. De echo tenían hasta cerveza para perros ¿que hace un perro bebiendo cerveza?, cada vez estaba mas convencido que estaba en una tienda fetiche jeje. Llegué a un cesto donde tenían unos arneses para perros, se me abrieron los ojos, eran unos arneses de cuero! De cuero tintado, los había rojos, morados, verdes, y había uno negro que me enamoró. Lo cogí en mi mano, y le dije a mi chico “¿te lo puedes poner?”, “ni se te ocurra”, le dije un porfa con cara de “porfaaa”, y accedió pero lamentablemente no le cabía. Así que fui al dependiente y le dije, disculpe me podría guardar este arnés, es que mi pareja es muy grande y quiero ver si a una persona de talla mas pequeña le serviría. No se si alguna vez has visto a un búho con los ojos abiertos, pues su cara era parecida, añadiendo que la barba se le caía. Tardó un momento en responder y me dijo “si si claro yo te lo reservo, ademas estamos cerrando y son artículos únicos” le di el arnés mientras el me tocaba con la mano. Me quedé con la sensación de que quería ser el el modelo o algo mas... De hecho para “reconfirmarlo” me dice mi pareja al salir “no se pero creo que el chico ese de la tienda entiende”. Así que procedí a decirle todo el juego de miradas que nos estábamos haciendo en lo que duró la visita a la tienda y como no nos quitaba ojo mientras estábamos con los arneses, los “cristales” limpios reflejan muchas cosas. 

Al día siguiente había quedado con mi hermano. El pobre ya sabe todos mis “vicios”, de hecho hace no mucho hicimos un fist a un amigo que le tengo mucho cariño.  Mi hermano tiene 19 años y hasta hace poco ha sido virgen, cosa a la que puse remedio. Actualmente me esta ayudando con la traducción de la web, tema con el que creo que esta aprendiendo bastante. De hecho me estuvo comentando como da lecciones a sus compañeros de universidad sobre temas sexuales, en temas que ha ido aprendiendo de mi, incluso un día por lo visto salió el tema BDSM en clase, y como no me presté a mi hermano para  enseñarles siempre que fuesen lecciones prácticas. Sinceramente me encantaría una clase de 30 personas, desnudos/as o con bata  blanca, a cuatro patas, siguiendo mis instrucciones, yo en la mesa del profesor, buff. Lamentablemente creo que nunca me harán la petición en serio jeje, a pesar de que me conozco a sus amigos y amigas porque siempre salgo con ellos, con el único límite de que no me los puedo follar ni a ellos ni a ellas. 

Quedamos en casa de mi pareja, le di su regalo de navidad y le dije “me acompañas a dar una vuelta por Málaga, quiero oír unos villancicos, ver una exposición y pasar por una tienda canina para pillar una cosita para usar con mis perros humanos”. El accedió esta siempre deseando pasar tiempo conmigo como yo con el.  Estuvimos dando una vuelta por Málaga, comentando temas personales nuestros, debatiendo sobre los diversos tipos de relaciones, su próxima revisión medica que quiere que le acompañe, mientras las luces navideñas nos acariciaban, y pasábamos entre el bullicio de la gente. Málaga esta preciosa en navidad. Y ya por fin llegamos a la tienda y le solté antes de entrar... “no te he dicho nada pero quiero que me sirvas como modelo, quiero probarte un arnés de perro para ver si puede servirme para jugar” “jo hermano pero si sabes que a mi no me gusta jugar a esos juegos” “venga va si solo es un momento”. Entramos y saludo al dependiente y mi hermano me suelta “¿de que lo conoces?” “de nada, estuve aquí el otro día con mi pareja y nada mas” “pues parece que os conocieseis de algo mas” mi hermano me miraba con esa cara de no me creo lo que me estas diciendo. 

Di una vuelta de nuevo por la tienda, por si se me había perdido algo que no hubiese visto. Me llamó la atención una pelota de rugby de unos 10cm de plástico de dureza media y que estaba hueco (se usa para meter premios a los perros dentro), y me acordé de un “perrete” al que quiero mucho que el otro día me comentaba como eliminar todo el agua después de una lavativa, pero dudo si podría servir para meterlo dentro de un culo y ayudar a vaciar una lavativa, por su forma cónica creo que retendría siempre algo de agua a su alrededor. Vi un par de cosas mas y me dirigí al dependiente, “disculpa tienes por ahí el arnés que te pedí que me guardases ayer” “si toma aquí lo tienes” dijo entre algo parecido a un suspiro o un jadeo. Nos fuimos al otro extremo de la tienda, pues mi hermanito es muy tímido. Le dije a ver quítate la sudadera, y pruébate esto porfa, me encantó su mirada en plan “lo que tengo que hacer por ti”.  Averiguamos como se podría hacer, y por fin alehop, el arnés le encajaba perfectamente. De hecho tenia mucho mas estilo que algunos hechos para temas de fetiche, y supongo que resistente pues esta hecho para tirar de los perros. Le estuve mirando como si fuese un modisto, desde varios ángulos, de cerca de lejos, y de repente me suelta “niño quítame esto ya no, que mira la gente como esta en el escaparate”. Había como tres personas en un lado del escaparate y dos en el otro mirándonos, con los ojos bien abiertos, me hizo gracia porque fue mirarlos directamente y mirar para otro lado. Incluso a un chavalito joven que iba agarrado con la novia del brazo le invite con un gesto amable con el brazo a pasar, el me sonrió agacho la cabeza y la novia le agarro mas del brazo, se miraron y se sonrieron. No era una risa en plan riéndose de nosotros, sino esa risa de vergüenza de cuando quieres hacer algo pero no te atreves. Estoy seguro que al chaval le hubiese quedado genial el arnés, dominado a cuatro patas por su novia y por mi, paseando por la calle larios, desnudo, con la única prenda que ese arnés, con una doble correa. 

Total que vimos que el arnés si que servía. Me dirigí al dependiente, que no dejaba de mirarnos
incluso mientras entraron dos clientes a comprar algo para sus mascotas. Le pregunté “oye sabes si tienes algún modelo mas grande que este” “no este es el tamaño de los perros grandes... perdona que te pregunte, pero para que lo quieres” “pues es para juegos fetiche, no con mi hermano, pero si con otros perros humanos, esto se coloca como al perro y es una forma de manejarlos a tu voluntad”. El pobre cada vez tenia mas los ojos de búho y cada vez mas los ojos de deseo. “Ademas creo que me va a servir muy bien porque como es de cuero el roce es menor” “Si es de cuero y con aretes de metal, mira si le das aquí se puede agrandar o achicar” esto lo decía mientras yo tenia el arnés en mi mano, y metiendo el la mano por la zona del cuello. “A ver me dejas una correa para ver como puede quedar”, mi intención era solamente verle salir fuera del mostrador, y mi intuición era cierta, el pantalón le abultaba, se había empalmado simplemente con el juego del arnés. “Mira ves puedes cogerle de la correa por estos enganches de metal, o si es un humano de esta cinta de cuero, de hecho soporta mas de 70kg de peso, es el mismo que yo tengo para mi mastín y le levanto a veces de ahí para subirle al coche”. Yo me estaba poniendo también morcillón, era un dependiente inocente o realmente también le gustaban estos tipos de juegos. “Genial pues me lo llevo”, le di el dinero y el me dio una tarjeta de la tienda diciéndome “te doy la tarjeta de la tienda, (mientras subrayaba con un boli el teléfono) y aquí me puedes llamar si tienes cualquier tipo de duda o pasarte otro día” “que va estoy en Málaga de paso, suelo venir una vez al mes pero muy poco” “ah que pena”. Me envolvió el arnés para regalo, y nos despedimos del dependiente con una tierna y viciosa mirada entre ambos. 

Una vez fuera, me dice mi hermano “que vergüenza he pasado tío!, ahí mirándome todo el mundo y luego encima con el dependiente que pobrecito, tu comentándole tus historias de bdsm”, “ah pero que no te has dado cuenta de nada?” “¿de que?” “pues que el tío no solamente entendía sino que le iba el rollo de dogtraining” “pero que dices! Tu siempre con tus paranoias e ilusiones” “ah si, pues si miras para atrás estoy seguro que veras como el esta mirándonos”. Efectivamente nos dimos la vuelta y el estaba mirándonos y nos saludo con la mano, con unos gestos muy amables. “A ver pequeño el estaba mirándonos, muy probablemente extrañado porque seriamos los primeros que vamos a su tienda con esas intenciones, pero después ha estado empalmado todo el rato, por eso le pedí que me sacase la correa, para ver si estaba empalmado o no”. “Joder tío, no se como lo haces pero vayas donde vayas ligas”. Y los dos nos íbamos riendo alejándonos de aquella tienda a la que sin duda volveré en alguno de mis viajes a Málaga.



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Para las fotos como para este relato he pedido permiso a la persona que par-ticipa en él. Nunca publico nada sin el consentimiento de los que participan en las sesiones. Los datos están modificados para que la persona permanez-ca en el anonimato, por eso mismo tampoco muestro las caras.

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