sábado, 26 de diciembre de 2015

Sesión medical: Primera sesión, con exploración, auscultación y extracción


Chico joven de 34a, normalote, sonriente y tímido. Venia por mi consulta “convencional” y como yo suelo hablar mucho de sexo (entre otras muchas cosas) con mis clientes me dijo “¿oye sabes lo que es el médical?”. Esta claro que si sabia lo que era el médical, de echo muchas prácticas que se realizan dentro de este rol las había realizado (sondas, uretrajes, etc). El chaval al que llamaremos Robert, cada vez se le ponían los ojos mas abiertos y llenos de ilusión. Me insistió en que le hiciese una sesión medical, pero con juego se roles. El pobre me tubo que insistir unas cuatro veces pero al final asentí y he de confesar que me encantó hasta el punto de meterlo como uno mas de mis juegos. 

Robert entró por la puerta, nos sonreímos y me enseñó alguno de los “regalos” que traía para mi. Instrumentos medical para jugar juntos. De echo son muchos de los que se pueden ver en estas imágenes (fonendoscopio, guantes, gorrito de papel, etc). Después de los saludos previos y de agradecerle los regalos le hice salir para vestirme. 

Llamó de nuevo a la puerta. Yo ya estaba vestido con una bata y uniforme blancos. “Buenas tardes Dr Jaime”... “Buenas tardes sr Robet, pues bien ya me dirá en que puedo ayudarle”. “Venia a la revisión trimestral”. Me encantó la naturalidad con la que procedimos los dos a iniciar el juego de roles, parecía que los dos lo habíamos echo toda la vida.  Procedí hacerle unas series de preguntas entorno a la salud y la alimentación. Mientras yo me iba poniendo el gorrito y una mascarilla de papel. Le hice una exploración externa con mis manos, que realmente parecía mas un cacheo policial que una exploración medica. Aun así descubrí que el ya estaba empalmado apenas sin tocarle. ¡Alejop! Lo estamos haciendo bien. 

“Para continuar con la exploración es mejor que se desnude... si no le importa vaya poniendo en la silla la ropa”. Una vez desnudo me puse los guantes de latex. Cogí mi depresor (el palito de madera) y le dije a ver diga aaaaaahhh, Robert sacó la lengua la aplaste con el depresor y mire su cavidad bucal con mi linterna. ¡Aquello me estaba encantando!. En ese momento decidí dar un giro a la “consulta” convertirla de convencional a algo subida de tono. “Señor robert, creo que tiene la garganta algo inflamada... cuantas poyas se ha comido en el ultimo mes”. “Buenooo, alguna que otra”. “No me mienta, a ver cuantas poyas, esa garganta no esta así de no comer poyas”. “Tiene razón no me he comido ninguna poya, no me gusta comer poyas”. “Ajam, y así quiere usted estar sano, tiene que variar la dieta, y ya que no come coños por lo menos coma poyas, una a la semana, de lo contrario tendré que ponerle una inyección de vitaminas la próxima vez que nos veamos, sigamos con la exploración”.

Me encantaba reírme de el desde el papel del Dr, aunque luego he echo otras sesiones en plan exclusivamente medical, pero como mis juegos habían sido casi siempre D/s supongo que tendía a extrapolarlos. Poco a poco seguí mi exploración, el roce de mis manos enfundadas en los guantes, nos excitaba a los dos. Iba acariciándole las orejas, examinándolas, el pelo, los ojos enfocándole despues con la linterna. Baje lentamente por la espalda hasta el culo, un culo terso, blanco, caliente y peludo!. “Vaya... creo que voy a tener que proceder a otra exploración”. Me puse el fonendoscopio, y fuí dominando su respiración, el respiraba cada vez que yo se lo decía, fue genial. Y ademas otro punto estupendo fue escucharle el corazón, sentir como se excitaba con algunos movimientos y su corazón se aceleraba ¡wau! Solo había sentido algo parecido haciendo un fist, sintiendo su corazón en mis manos. Desde entonces uso el fonendo en todas las sesiones médicas. “La respiración la tiene correcta, aunque tiene que mejorar esa capacidad pulmonar”. “Y como lo hago Sr Doctor” “Fácil, aprende a gemir, inspira y espira aire en los pulmones y suéltalo como un gemido, a ver hágame unos ejercicios para saber que lo hace correctamente... así como un gatito no, como un león en celo... así!”. El pobre seguía empalmado, en el pene ademas de brincar de vez en cuando, ya le asomaba una gota de precum.

Proseguí mi exploración por el cuerpo, rozándole con el latex, acariciándole sus piernas. Le dije que se pusiese en la camilla tumbado en forma prono y después supina. Sus pies sucumbieron a mis manos, se estremecían con cosquillas hasta que conseguí normalizarlos. Llegando a los glúteos, le digo, “bueno, realmente le voy hacer una práctica tan incómoda como necesaria una exploración prostática”. Me unté el dedo con lubricante y le acaricié el ojete suavemente, mas aun sabiendo que el era “virgen analmente”. Fui poco a poco domando su culo, entrando con la primera falange, haciendo movimientos circulares, a la vez que le masajeaba con la otra mano el culo. Y por fin llegue a la próstata “Dr creo que tengo que ir al baño”, “Tranquilo Sr Robert, es una reacción normal, disfrute de la sensación”. Fui acariciándole esa avellana que llamamos próstata, sintiéndola, y el sintiéndome y retorciéndose encima de la camilla, hasta que presentí que se iba a correr, entonces saque la mano y me cambié de guante. “Bueno, creo que la próstata le funciona correctamente, solamente hay que seguir practicando esa dilatación su por casualidad usted quisiese algún día ser versátil, ya que veo que tiene capacidades mas que suficientes para ello”. “Dr, me encantaría que usted me iniciase, me adentrase en esos terrenos de placer”. 

Le dije que se sentase, y fui viendo sus reflejos musculares en las articulaciones de las extremidades superiores e inferiores. Su empalmada no se relajaba, asique le dije “creo que tiene la temperatura muy alta, voy a ponerle el termómetro”. Le levanté el brazo y le puse el termómetro ahí. “Aunque no se creo que donde mas calor tienes ahora es en la zona anal”. Me lubrique el guante y fui directamente a su rabo y me puse a masajearselo “creo que cada vez la temperatura va subiendo mas, lamento decirle que tengo que hacer una extracción de pus. Lleva usted casi desde que ha entrado con una inflamación que me preocupa seriamente. Voy a proceder a la extracción ¿esta de acuerdo?” “Si Dr, espero que no sea nada grave”. Mire el termómetro “uff 40ºC tiene demasiada fiebre hay que actuar rápidamente”. Fue masturbarle apenas dos minutos y ya su semen se disparaba al menos dos metros hasta el punto de que casi mancha la puerta. “Lo ve, todo lo que tenia acumulado! A saber cuanto tiempo llevaba usted con esa inflamación!”. “Mucho Doctor mucho tiempo”. Le quite el termómetro “37 de fiebre, ha remitido, pero sin duda no tiene que esperar a que suceda esto. Puede irse vistiendo”. Preparé unos papeles y me senté en una silla rellenandole una receta que decía algo como “Una extracción al mínimo diaria durante los próximos seis días. Y a ser posible una ración semanal de poya. Madrid, 28 del Abril del 2012” “Tenga estas son mis recomendaciones, no dude en pasarse por aquí dentro de dos meses para volver a evaluar su estado”. “Claro Dr, estaré encantado”, me lo dijo con una cara roja y con una expresión feliz, una sonrisa y una mirada de complicidad que me encantó. 

Dimos por terminado el juego. Nos abrazamos, y estuvimos viendo que había salido bien y que mal. Me comentó que era la primera vez que lo hacia, asique los dos eramos novatos. Sinceramente creo que la sesión salio mucho mejor de lo que podríamos esperar. Los dos disfrutamos mucho, de echo hubo revisiones posteriores, la última si cuadramos agendas será a primeros de Enero, pero siempre recordamos los dos esta primera sesión. 

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