viernes, 11 de marzo de 2016

Sesión medical con Michel, un artista famoso escuchando el ritmo de su corazón


Michel 27 años, es un cliente mío de mi trabajo habitual. Yo suelo hablar de muchas cosas en mi trabajo, y en una de esas salió el tema sexual. Y me dijo con vergüenza que le daban morbo los juegos de enfermeros y médicos, pero que nunca lo había hecho por miedos. Asique le dije que buscase y que seguro que encontraría a alguien que le gustase. Después de dos meses de búsquedas no encontró a nadie (y los que encontraba o eran muy mayores o no respetaban los límites que él tenía), así que me dijo que se daba por vencido. Así que le propuse yo hacerle una sesión medical, siempre que no interfiriese en nuestra relación laboral. Acordamos que cuando entrase por la puerta yo sería ya Dr. Jaime. 

Después de una semana, cuando habíamos puesto la cita llamó a la puerta. Y yo le recibí con una bata de médico, y con el fonendo “Buenos días, señor Michael, creo que tenía usted una cita con nosotros”. El pobre me miro y esbozó una sonrisa, era su primera vez y le resultaría extraño verme así. Así que le dije “Desnúdese, ¿Cómo lleva la alimentación?”, y después de esa le siguieron otras preguntas relaciona-das con su estado de salud, mientras le ayudaba a desnudarse. 

Comencé a tocar su cuerpo desnudo con los guantes. Se le erizaban los pelos, ya que es un tacto diferente al que uno suele sentir. Le hice una revisión ocular y después una revisión lingual. Al momento de realizarle una palpación en la boca, el comenzó a empalmarse así que le dije “veo que su sistema circulatorio funciona perfectamente”. Tenía que hacer algo para que aquello se bajase, así que le hice unas pasadas con el pinwhel por su cuerpo. Ahora vamos a proceder a la auscultación “respire profundamen-te”, su respiración era leve así que le anime a que lo hiciese con más fuerza. Como él se dedica al arte decidí ponerle a él el fonendo para que escuchase su corazón. Su cara se iluminó como la de un niño, parecía que nunca había oído un corazón humano, así que se lo pregunte, y mis sospechas eran ciertas. De hecho, estuvimos jugando con el fonendo en diversas partes de su cuerpo para que escuchase como suenan diferente. Incluso para que viese que cada cuerpo es un mundo, me desabroché la bata y le puse el fonendo en varios sitios. Quedó maravillado, hasta tal punto que me dijo “Tan solo por esto ya ha merecido la pena la sesión. Estoy seguro de que voy a trabajar con estos ritmos para la siguiente obra que realice”. Pues ahora tienes que mirar esto… le volví a poner el fonendo en sus oídos, y sobre el corazón. Empecé a tocarle con mi guante los testículos y el pene, hasta que poco a poco se iba poniendo duro. Los ojos de él también se iban abriendo como los de un búho. “¿Eh a que eso no te lo esperabas?, es un ritmo diferente y muy especial”. Así estuvimos probando diferentes cosas tales como hacerle cosquillas, masajearle la cabeza, dar palmas, aportando diferentes sensaciones al cuerpo para que el fuese escuchando diversos ritmos que se producían en su interior. Después le dije, “y ahora vamos a mover el corazón con tus pensamientos… piensa en una cosa alegre, y escucha tu corazón”. El sonido que se produce en el interior del ser humano varia no solo con las acciones exteriores sino con las emociones, aunque esto realmente no tiene explicación científica. Fuimos probando con emociones como la sorpresa, miedo, alegría, satisfacción, una inauguración, un encuentro con amigos, y así una serie de emociones diferentes. Yo me sentía como un padre que había tenido un niño. Me encanta cuando la gente experimenta y prueba cosas nuevas.

"Tío oye, otro día quiero repetir eh. Ademas me gustaría probar esas cosas que haces de atar y todo ese rollo". "Me alegro que te haya despertado la curiosidad, aunque para algunas cosas no hace falta esperar tanto". Le puse el fonendo y le dije que se pusiera con los pies en el suelo y el torso sobre la camilla, le iba hacer una sesión de spank. Escuchó como su cuerpo se hacia eco de mis manos en sus nalgas. Y mientras veía que su rabo también estaba palpitando. "Bueno ves ya hemos probado que te gusta, ahora coge con este papel y limpia el presemen que has caído al suelo" "Lo siento tío" "Lo siento no... límpialo!". Me miró con una cara de complicidad y se agachó al suelo. "Ahora dame el papel en la mano, y besamela". Lo hizo tal cual, y aquello vi que le daba mucho morbo, así que le dije "lo ves, creo que el BDSM si te gusta, no solo el medical, si quieres puedes probarlo con tu pareja". "uf no tío, que corte, prefiero venir y que juguemos juntos". "Bueno conmigo también te daba corte, es cuestión de ir poco a poco". 

Posteriormente le seguí haciendo pruebas de observaciones rutinarias. Hasta que después, ponerle sobre la camilla, y hacerle un tacto rectal, que poco a poco se fue convirtiendo en un masaje prostático al ritmo del cual emitía gemidos. Le volví a dar el fonendo, y seguí haciéndole el masaje prostático. Le di la vuelta, y le dije “hay que hacer una extracción de fluidos, relájese”, y procedí a realizarle una masturbación a diversos ritmos. Mientras le iba mostrando como los diversos ritmos hacían que el corazón también fuese a ritmos diferentes. Por fin ya consiguió descargar, “ahhhh buaaaa tío es una pasada”. Creo que él ya había comenzado a tener el orgasmo momentos antes cuando empezó a seguir su cuerpo, de echo los estímulos sexuales fueron una excusa para escucharse.  “Oye esto tenemos que repetirlo ha sido una pasada, un auténtico concierto, muchas gracias enserio”. Le había descubierto un mundo nuevo, y yo estaba contento de que fuese así, ahora en su mano quedaba explorar… 

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Para las fotos como para este relato he pedido permiso a la persona que participa en él. Nunca publico nada sin el consentimiento de los que participan en las sesiones. Los datos están modificados para que la persona permanezca en el anonimato, por eso mismo tampoco muestro las caras. En este caso al ser una persona famosa, tampoco publico fotos suyas ya que sería fácilmente reconocible. 

2 comentarios:

  1. Debe de ser muy curioso estar atento escuchando, tanto los latidos del corazón como el resto de ruidos internos, al tiempo de diferentes estimulos externos.

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    1. Si desde luego que lo es. Yo lo escuche hace mucho tiempo, pues ya de pequeño jugaba con los fonendos de los médicos.

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